Harold Hernán Moreno

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OPINIÓN

Los derechos de la pareja del mismo sexo.

En desarrollo del Estado social de derecho, han empezado a reconocerse algunos derechos y obligaciones a diferentes personas que hasta antes de la vigencia de la Constitución de 1991 eran discriminadas, el tema es bastante "revolucionario", en el buen sentido de la palabra, a pesar de ser antagónico con la espiritualidad y la moralidad, materializa la equidad y la justicia social.
El primer desarrollo se da cuando se reconocen los derechos de la compañera o compañero permanente, a compartir con la esposa o esposo la pensión de sobreviviente, pensión que busca mantener el aporte que el fallecido realizaba, sin que sea permitido o justo dejar en el abandono a una persona que mantuvo una relación permitida y consentida por los parientes y familiares próximos del "ausente" y que solo después de su partida tratan de legalizar lo que antes no hicieron.
Situación muy similar sucedía con los derechos de las parejas del mismo sexo, lo que generó que la Corte Constitucional con Sentencia C-029 del 28 de enero de 2009, aclarara, garantizara y extendiera el alcance de algunos derechos y obligaciones, civiles, penales, contratación estatal e incluso algunos apartes del régimen militar, de manera que, en igualdad de condiciones, sean aplicadas también a la pareja del mismo sexo, derechos en cuanto a patrimonio de familia, afectación a vivienda familiar, alimentos, beneficios de la seguridad social integral, prestaciones sociales, subsidios, indemnizaciones y normas penales o preventivas que exonera de testificar en contra de su pareja, aplicación de normas de violencia intrafamiliar, el reconocimiento a la nacionalidad; el régimen de inhabilidades e incompatibilidades que se aplica en la contratación estatal también aplica a las parejas del mismo sexo, así como el régimen de la unión marital de hecho y la Ley de justicia y paz.
Con esa sentencia la Corte Constitucional declaró que 25 normas jurídicas son inconstitucionales sí no se interpretan como aplicables, tanto a las parejas heterosexuales como a las homosexuales.
Reitero, el tema no es pacífico, pero antes de lanzar juicios o reproches, busca reconocer situaciones adquiridas que haga que los colombianos mejoren la convivencia pacífica y civilizada.